A mi abuelo le diagnosticaron diabetes mellitus tipo II, que esta íntimamente relacionada con la obesidad. En este caso el cuerpo si produce insulina, pero, o bien, no produce suficiente, o no puede aprovechar la que produce porque el receptor de insulina de las células que se encargan de facilitar la entrada de la glucosa a la célula están dañados. En resumen que el cuerpo no asimila la insulina que produce.
La diabetes mellitus tipo I se diagnostica a gente joven y el cuerpo no es capaz de producir insulina al dañarse los islotes de Langerharns del pancreas.
En el caso de mi abuelo en teoría la diabetes mellitus II se controla mediante dietas y ejercicio, pero al hombre no hay quien le quite el vino tinto, la lasaña los pasteles y la siesta . Así que su diabetes empeoro derivando en pie diabetico.
Como muchos de vosotros sabéis el pie diabetico es una infección, ulceración o destrucción de los tejidos profundos relacionados con alteraciones neurológicas y distintos grados de enfermedad vascular periférica en las extremidades inferiores que afecta a pacientes con diabetes mellitus.
La neuropatia periferica es producida por el daño progresivo que la hace la diabetes a los nervios, perdiendo así la sensibilidad térmica, dolorosa y favoreciendo las deformidades en pie.
Ademas de la neuropatia perferia también se produce una agiopatia y eso significa que apenas llega sangre al pie debido a que lo vasos sanguíneos se van estrechando, por lo tanto tampoco llegan adecuadamente los medicamentos y los nutrientes que necesitan las células para vivir.
A mi abuelo recientemente se le desarrollo una ulcera en el dedo pequeño del pie. Esto debe a la falta de sensibilidad, escaso riego sanguíneo en la zona, y al uso de un calzado incorrecto. Así que no notaba que sus zapatos le estaban haciendo daño.
La cosa siguió avanzando, sin que él apreciase nada extraño, hasta que un día por la mañana mi abuela se fijo en que tenia el pie completamente negro.
Inmediatamente lo llevaron al hospital, donde le suministraron antibiótico en vena, le amputaron el dedo meñique y lo ingresaron durante 15 días. Gracias a la atención de los médicos y a la buena respuesta de su cuerpo a los medicamentos consiguieron salvar el resto del pie.
Actualmente, mi abuelo se cura todos los días la herida, realiza ejercicios para mejorar su circulación y evidentemente se le acabo el beber vino.
Con esto quiero simplemente concienciar a las personas que la diabetes tipoII es una enfermedad muy grave, que afecta a 285 millones de personas, lo que constituye cerca del 90% de los casos de diabetes. Cerca de un 15% de amputaciones en los pies son debidas a la diabetes.
Mi abuelo tuvo suerte de tener a mi abuela, pero otras personas están solas y no se dan cuenta de lo grave que son sus ulceras, quemaduras, etc, hasta que es demasiado tarde.
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